DON PAPAFRITA

Para sacar un segundo tema con el fin de discutir por nada, os dejaré publicada una especie de redacción que hizo un chaval en el instituto hace algunos años. Al leerla me pareció interesante y hasta me convencí de que debería ser lectura obligada para muchos escolares.
Cabe destacar el análisis de este joven e incluso puedo verme identificado en algunos párrafos de su ejercicio.

“Don Papafrita
El otro día, un hombre mayor, me preguntó la edad. Yo le dije que tenía dieciocho. Este hombre, orgulloso, me contó que con esa edad ya estaba él harto de trabajar en el campo; que si criando cerdos, que si pasando calor doce horas, que si…
Es increíble, o a mí me lo pareció escucharlo de mala manera, porque, respetando, cómo no, su pelo blanco, me entraron ganas de decirle cuatro cosas. Supongo que este es el caso de otras personas que como yo espero que estén de acuerdo en que no se debe ir presumiendo de haber pasado tanta miseria y calamidad, cuando de joven, más que un trabajo, eso fue una explotación.
Estos buenos hombres dirían ahora: “Sí, pero es que en mis tiempos estaba la cosa más mala y los jóvenes estábamos más espabilados que ahora, que ninguno tiene los pies en el suelo y no hace otra cosa que mirar los pájaros de su cabeza”.
En parte tiene razón, aunque lo que realmente pasa es que sus tiempos cayeron en el olvido hace bastante. La razón se la doy en que, aunque me cueste trabajo reconocerlo, no aprovechamos, empezando por mí, las oportunidades que nos brindan nuestros padres, no nos damos cuenta de que ellos hacen todo lo posible por nosotros y porque consigamos unos buenos estudios y así trabajar. Pero, aunque me emocione pensando, seguiré sin estudiar, porque pueden más las facilidades sobre mí que el trabajo y el esfuerzo, y desde luego, se está mejor en el sofá viendo “la caja tonta”, que estudiando o leyendo un libro para tener más cultura general.
Algunos les podrán echar en cara a nuestros padres, el que no nos paguen para estudiar, lo que me recuerda una historia que me contó mi padre hace tiempo:
“En el año de la nieve, hace unos cuarenta y cinco años, un hombre humilde, sin trabajo, ateo y poco conocedor, hizo a fuerza de pala un camino desde la casa del cura hasta la iglesia, para que éste pasara e hiciera su trabajo adecuadamente.
A la persona que hizo esto le llamaban Papafrita. Este mote, quizás le viniera porque fue un hombre de poco valor, en opinión de la gente.
De sobra se valorizó con esta buena obra desinteresada. Desde entonces, ya no era Papafrita, sino Don Papafrita, y no le faltó trabajo en el Ayuntamiento.
¿A quién de nosotros le gusta estudiar o trabajar desinteresadamente? Un esfuerzo desinteresado, a la larga puede darte un premio interesante, así como una reputación de gran valor.
En conclusión, podemos decir, que aquel hombre mayor sabe lo que se dice, sólo que cuesta entenderlo….


Ya solamente queda discutir, ¿qué podemos compartir y qué no de la redacción del alumno?.

5 comentarios:

noctámbula aburrida dijo...

la historia es interesante y bonita, pero lo q más me llama la atención es la foto de sevilla nevada jeje me encanta,
saludos! me gusta la idea de tu blog, sigue así.

Candela dijo...

¿Qué padre no le ha contado alguna vez a su hijo lo mal que lo pasó en su niñez en "los tiempos de la hambre", las penurias y carencias que soportaron o las horas de trabajo que cargaron a sus espaldas cuando aún no levantaban un palmo del suelo, desde edades tan tempranas que hoy a nosotros todavía nos cuesta imaginar o creer?. Es cierto que debieron de pasar momentos muy duros y experiencias que le marcaron para el resto de sus días y también comprendo que recuerden con orgullo aquello; supongo que yo en su lugar haría lo mismo pero bien es cierto que las circunstancias eran otras muy distintas y que si lo miramos desde esa perspectiva, tal vez sus padres y sus abuelos lo pasaran aún peor que ellos...En fin, aunque las necesidades fueran las mismas( sobrevivir), las circunstancias, por suerte o por desgracia, no. ¿Acaso somos culpables de haber nacido "ahora" y no "entonces"?, ¿Hemos nosotros decidido cuándo hacerlo?....Es quizás eso lo que les puedo reprochar a estos padres que a cada momento nos echan en cara sus sacrificios y sus privaciones para poder ofrecernos lo que ellos nunca tuvieron ni soñaron. No se trata de ser una desagradecida, al contrario, reconozco su mérito y me enorgullece tener un padre que daría todo por mi, pero no creo que sean conscientes de la presión a la que nos someten y el sentido de culpabilidad que nos crean cuando sabemos que no estamos cumpliendo con sus espectativas (sobre todo a los que queremos y no podemos, porque a los que no quieren no creo que lleguen ni a desarrollar esa sensación....).

Y para terminar (creo que me he enrollado demasiado), quisiera decir que vagos, trabajadores, inconscientes, responsables, inquietos, conformistas, curiosos, etc,etc, va a haber siempre, sean las circunstancias que sean y que en nuestras manos está el aprovechar las oportunidades que te ofrece la vida y construir un futuro mejor o vivir el día a día sin pensar en el mañana.

Está claro que a todos nos gusta lo bueno, pero hay que saber que a eso se llega porque antes otros han luchado por nosotros o porque nos lo hemos ganado a pulso....las cosas no llegan por nuestra cara bonita.

el despistao dijo...

qué razón tienes candela. me ha encantado tu reflexión. saludos

coronileño_weno dijo...

ESTIMADOS VISITANTES: Gracias por participar comentando la entrada. Os comento que por diversos motivos no he podido actualizar el blog pero lo haré muy pronto. Puede que esta misma noche, con una entrada que podría ser interesante. Gracias de nuevo.

juanki dijo...

Muy bonito

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